Sales de baño

Hoy he hecho sales de baño, a ver si eran tan fáciles y si que lo son, he aquí los materiales, Sal gorda, un jabón liquido aromático, y aceite esencial, colorante (opcional).

Echamos la sal en un bol, añadimos un chorrito del jabón, en mi caso mandarina, echamos un chorrito de aceite esencial, también de mandarina, y como el jabón ya tenia color no le voy a echar colorante, pero ahora sería el momento de añadir unas gotas.




Removemos energicamente, para que se mezcle todo y no se apelmace, es importante no echar demasiado, es mejor añadir luego si nos quedamos cortos. Luego ya solo tenemos que buscar un frasquito bonito, rellenarlo y terminado, lo podemos regalar o usar en un bañito relajante.

Germinados

Esos brotes verdes.... nos los vamos a comer. Que si, como lo ves están riquisimos, fáciles y nutritivos.
La teoría es muy fácil, todos hemos hecho de pequeño el experimento de dejar unas legumbres en un bote con algodón húmedo y ver como germinan, pues eso es lo que vamos a hacer, para luego hacer una ensalada de cinco tenedores, es un plato que se puso de moda en restaurantes caros en la década de los 90 y que aún hoy perdura en muchos.
Poseen una sustancia llamada auxina que dicen se ha demostrado que previene el envejecimiento celular, tienen un alto contenido en clorofila que ayuda a limpiar la sangre, alto contenido en magnesio, por lo que se cree que ayuda contra anemias y reconstituyente para el organismo. Tienen gran cantidad de vitaminas, minerales y proteínas, dicen que incluso favorece la aparición de leche en las madres, y que además refuerza la flora intestinal y actúan contra el estress, alguien da mas por menos, pues encima están buenisimos.
Deben escojerse semillas lo mas ecológicas posibles, sin tratamientos químicos. Y ponerlos en remojo como si los fuéramos a cocinar, una noche en agua fría.Ten en cuenta que van a crecer tres veces por lo menos, luego los encurrimos bien, no hay que dejar nada de agua porque se pudrirían, y lo ponemos en un sitio donde llegue la luz del sol pero no directamente, cada día los mojaremos, los escurriremos y daremos un par de vueltas, eso una o dos veces al día, y irán creciendo así:

Día 1

Día 2

Día 3

Día 4

 Como vemos van echando raíz, primero, y luego ya va saliendo otro tallo, con un pequeño brote, yo aquí he escogido alubias y garbanzos. Los mas fáciles son los de lentejas, que crecen mucho antes y son mas suaves.

Día 5

 Las alubias poco a poco veras que al remojarlos cada día vas quitando la piel que van soltando, los garbanzos no, estos se empiezan a abrir.

 Lo siento por la foto que no ha enfocado bien la cámara, pero este es el tamaño y resultado que esperamos, como ves, mas o menos, la alubia esta verde intenso, abierta, a un lado la raíz y al otro la alubia con unas hojitas tiernas, el garbanzo tiene la raíz y un tallo con el brote con hojas incipiente, ahora están para comerse.

Se podrían comer así directamente, pero yo prefiero blanquearlas, lo que hemos creado es un cultivo excelente, calor y humedad para las semillas, pero también para las bacterias y microorganismos, y como yo se las doy a mis hijos pequeños prefiero "esterilizarlas" así, pongo agua a hervir, sin nada, cuando hierve añado los germinados, y cuando vuelve a arrancar a hervir los dejo unos segundos y luego los refresco con abundante agua muy fría, para que se mantengan todas sus propiedades, y colores. Bueno pues añadimos tomate, aceitunas, etc. lo que queramos poner en la ensalada. Y ¡ Bonne Apetite!.

Vamos a hacer queso fresco

Anoche me decidí a probar una antigua receta que tenía por ahí, hice queso fresco para comer hoy, la verdad es que no pensaba que fuera a quedar bien, poca confianza, pero para mi sorpresa no solo me ha salido a la primera sino que está buenisimo. Los ingredientes los tenemos todos en casa, leche normal, vinagre, limón, sal y aceite, yo además le he añadido cebollino picado, pimienta y perejil.

Primero echamos una tacita de leche a la que añadimos un chorrito de vinagre, removemos y dejamos cuajar de 10 a 20 minutos. Dejamos para usarla mas tarde.
Luego ponemos a calentar un litro de leche, sin dejar de remover para que no se cree la capa superior de nata, en cuanto la leche empiece a humear es el momento de apagar el fuego y retirar la cazuela.

Ahora le añadimos la taza de leche cuajada y dos cucharadas de zumo de limón, y removemos para que se corte la leche, si a los 30 segundos vemos que no se corta, añadimos un chorrito de vinagre y seguimos removiendo. Una vez se ha cortado la dejamos reposar unos 15 minutos.

Ahora ponemos un colador y ayudados de la cuchara de madera colamos con cuidado la leche para eliminar el lactosuero, y lo colado lo vamos echando a un paño de cocina limpio.

Cuando hemos terminado de colarlo, recogemos el paño lo retorcemos un poco para ayudar a sacar todo el liquido.
Y lo dejamos en un chino todo metido para que escurra por lo menos media hora.

Lo siguiente es verter el contenido del paño en una cazuela donde añadimos las especias que mas nos gusten y la sal que consideremos para nuestro gusto.  Lo amasamos un poco para que se mezcle bien todo, lo introducimos en un molde, lo tapamos con papel film, y lo dejamos pasar toda la noche en el frigorífico para que se realze su sabor. Al día siguiente lo desmoldamos rociamos con un chorrito de aceite, y..................
 ¡Buen provecho¡

Jabón con leche de cabra

Todos hemos oído lo beneficioso de la leche para la piel, la leche de burra para las princesas, etc, de hecho estamos rodeados de alusiones a ella en nuestro aseo personal, "leche corporal"... y en verdad es buena para la piel, yo tengo un hijo con piel átopica, muy delicada y le hago este jabón y le va muy bien, si buscáis por ahí encontrareis mucha información sobre las cualidades de las leches en el jabón, pero para mí la principal es que por su propiedades entra mas a fondo en los poros limpiando e introduciendo los demás agentes beneficiosos mas adentro, la leche de cabra es igual o mejor que la de burra para estos fines, pero claro, es mucho mas accesible para todos, yo lo compro en un supermercado, es ya muy común. Como ya sabemos hacer jabón podemos introducir cambios y añadir sustancias a nuestro antojo, pero con la leche me encontré con un problema, por lo menos con la de cabra, si añadimos la sosa directamente a la leche de cabra, esta actuará inmediatamente con la grasa que tiene la leche, produciendo una masa amarillenta que recuerda muy mucho a la mantequilla, e intentado varias maneras, y con distintas proporciones, pero a mi la que mas me a gustado es la que os voy a contar. Lo primero es solucionar el problema de la actuación con la grasa de la leche, después de buscar recetas de jabón de leche, encontré la solución, hay que congelar la leche, simple pero efectivo. Vamos allá:

Ingredientes:

0,5 L de leche de cabra                
0,5 L de agua
180 gr. de sosa cáustica
0,5 L de aceite de oliva
500 gr. de manteca
200 gr. de copos de avena.

Bueno como veis vamos a añadirle mas cosas, aceite de oliva, con propiedades nutritivas incontables y avena que actúa como esfoliante. He hecho pruebas con todo leche 1 L. y también con todo aceite de oliva 1 L. pero no me han convencido, curiosamente contra mas cantidad de calidad menor ha sido la calidad del jabón, estas proporciones son las que mas me gustan. Primero separamos la leche y la congelamos.

Con la leche congelada, empezamos, vertimos el agua en una cazuela o recipiente y le añadimos la sosa, como es mucha sosa para medio litro nos costará que se disuelva toda, no pasa nada si queda algo, lo terminamos de disolver cuando añadamos la leche, que es ya. Añadimos la leche y removemos, veras como se descongela rápidamente y se disuelve toda la sosa, mucho cuidado en este proceso, la sosa es muy peligrosa, te cuidado al echar el bloque de leche con las salpicaduras, y empezamos a remover, añadiendo el aceite y la manteca que hemos mezclado anteriormente ayudados por un golpe de microondas.

Y empezamos a mover, ah¡ antes que se me olvide hay que tener la avena triturada ya, yo lo hago con la thermomix pero imagino que una batidora normal vale.

Movemos y movemos, igual que el jabón normal, poco a poco irá espesando, la mezcla se va quedando muy homogenea, mas o menos una hora, hasta que la cuchara se quede clavada de pie en la masa y no se caiga.

Ahora es el momento de añadir la avena triturada, la añadimos y seguimos moviendo para que se reparta bien, veras que si ya era espeso ahora es mucho mas. Una vez bien removida la avena ya es el momento para echarlo al molde. Un molde de silicona va perfecto para este jabón, si quieres puedes añadirle color o algún aroma ahora, como al jabón normal, y como idea para regalar te recomiendo coger moldes individuales de silicona con formas, hay unos con forma de mariposa y libélula que son una pasada pero hoy vamos a hacerlo con un molde normal.

Lo echamos y le damos unos golpecitos para asegurarnos que no hay bolsas de aire o burbujas, lo tapamos con una toalla y lo dejamos así 24h.

Al día siguiente lo desmoldamos, lo cortamos como nos apetezca, veras que la textura es como turrón. y lo dejamos otra vez tapado con la toalla un par de días. Luego lo dejamos secar al aire de 4 a 6 semanas, y ya tenemos un jabón de leche de cabra, aceite de oliva y avena, hay algo mejor? espero que os guste y que lo hagáis, te deja las manos suavecitas, suavecitas.......

 A difrutarlo como las princesas egipcias, pero a lo castellano, jejeje..........